Hojas Geológicas 4772-III Lago Belgrano y 4772-IV Lago Posadas

Abstract

Las Hojas Geológicas 4772-III, LAGO BELGRANO y 4772-IV, LAGO POSADAS, están ubicadas en el sector noroeste de la provincia de Santa Cruz. Geológicamente, la parte occidental de las Hojas - en especial la Hoja Lago Belgrano- forma parte de la Cordillera Patagónica Austral, mientras que el extremo oriental de la Hoja Lago Posadas coincide con parte del borde occidental del Macizo del Deseado. Entre ambas unidades se desarrollan extensas zonas mesetiformes de gran altura, que corresponden a mesetas basálticas, y depósitos glaciales y fluvioglaciales cenozoicos. La estratigrafía comprende rocas metasedimentarias paleozoicas de bajo a muy bajo grado metamórfico, que afloran en la zona cordillerana (Formación Río Lácteo). En discordancia sobre éstas se asientan los espesos mantos de volcanitas riolíticas jurásicas del Complejo El Quemado; volcanitas de igual composición, aunque de edad un poco más antigua dentro del Jurásico, correspondientes al Grupo Bahía Laura, se encuentran formando parte del borde occidental del Macizo del Deseado. Sobre el Complejo El Quemado se asienta una potente secuencia sedimentaria clástica cretácica, cuyas formaciones se reúnen en dos grupos. El inferior o Grupo Pueyrredón, mayoritariamente marino, está integrado por las Formaciones Springhill, Río Mayer y Río Belgrano, estas dos últimas con una abundante fauna de invertebrados. El superior o Grupo San Martín está formado por sedimentitas continentales de naturaleza clástica con abundante participación piroclástica, que conforman las Formaciones Río Tarde y Cardiel. Las secuencias cretácicas están intruidas por cuerpos hipabisales de composición andesítico-diorítica, que constituyen varios cerros aislados dentro de la Hoja Lago Posadas y cuya edad precisa no se conoce. Durante el Eoceno se intruyen, en las sedimentitas de la Formación Río Mayer, las rocas básicas alcalinas de la Essexita Río Carbón, y se forman los extensos derrames basálticos del Basalto Posadas. Contemporáneamente con estas efusiones, se depositan en pequeñas cuencas las sedimentitas de la Formación Río Lista. En discordancia erosiva sobre el Basalto Posadas se apoyan las sedimentitas de la Formación Centinela, formadas durante la transgresión marina del mar patagoniano. Éstas, a su vez, están cubiertas por las sedimentitas continentales miocenas asignadas al Grupo Río Zeballos y a la Formación Santa Cruz, rocas cuyo origen está estrechamente ligado al levantamiento de la cordillera. El elemento distintivo del sector cordillerano a estas latitudes es el monte San Lorenzo, constituido por un grupo de rocas plutónicas de edades cretácicas y miocenas - no diferenciables a la escala del presente trabajo - y reunidas bajo la denominación de Complejo Plutónico Cerro San Lorenzo. La época miocena culmina con los derrames de basaltos olivínicos que forman, entre otras, las extensas mesetas de los lagos Buenos Aires y Belgrano. En el Plioceno y hasta el Pleistoceno se registran nuevamente episodios volcánicos básicos, con algunos diferenciados traquíticos, que conforman cerros de morfología aguda y conos ubicados sobre el nivel de la meseta del lago Buenos Aires. A continuación se ubican los extensos depósitos glaciarios pleistocenos, en los que pueden distinguirse los cuatro estadíos glaciales de Caldenius con sus correspondientes terrazas glacifluviales. Sobre estos últimos y como cierre de la época, se encuentran flujos de basaltos olivínicos encauzados en la red de drenaje. En el Holoceno se hallan todos los depósitos modernos originados por acción fluvial, lacustre y de la gravedad, entre los que merecen destacarse por su gran extensión aquellos originados por procesos de remoción en masa, deslizamiento y asentamiento alrededor de las mesetas de basaltos. En la tectónica de la región se reconoce una primera etapa de intensa deformación compresiva sobre las metasedimentitas paleozoicas, como parte del proceso de acreción al continente de un prisma sedimentario paleozoico. La importante actividad volcánica durante el Jurásico presenta evidencias de estructuras extensionales, estrechamente relacionadas a la distensión cortical de la corteza Sudamericana. Esta característica habría continuado durante el inicio del Cretácico con la implantación y desarrollo en la comarca de la cuenca Austral. A partir del Terciario medio y con mayor intensidad durante el Mioceno, se produce una importante deformación compresiva originada en la interacción de segmentos de la Dorsal de Chile con la zona de subducción, que da lugar a una faja de corrimientos y plegamientos que caracteriza a la Cordillera Patagónica al sur de los 46º. La geomorfología de la región presenta tres sectores netamente diferenciables, el cordillerano, las mesetas basálticas y sus volcanes y las terrazas glacifluviales. El paisaje es el resultado del modelado glacial al que se sobreimpone posteriormente la acción fluvial y lacustre. Entre los recursos minerales merecen destacarse las manifestaciones metalíferas vetiformes de la zona de los ríos Oro y Furioso, un prospecto con mineralización diseminada y en stockwork de sulfuros de metales base y anomalías en metales preciosos en el área del río Pinturas y algunos depósitos salinos de carbonato de sodio en la zona de Paso Roballos.