Evaluación de la Actividad Neotectónica en el Piedmonte Oriental del Cordón del Infiernillo

Abstract

Como parte del relevamiento de áreas con deformación neotectónica se describieron y caracterizaron las evidencias de actividad cuaternaria entre 69º 25’ - 69º 01’ LO y 28º 34’ - 29º 05’ LS, en el extremo noroeste de la provincia de San Juan y oeste de La Rioja. En el frente oriental del cordón del Infiernillo se observó la falla inversa que controla el frente serrano poniendo en contacto rocas carboníferas sobre sedimentitas cenozoicas. Se interpretaron ramificaciones frontales y retrocorrimientos asociados que se expresan como escarpas de falla pedemontanas y rocosas, con laderas enfrentadas, que afectan a los sedimentos pedemontanos cuaternarios provenientes del oeste. La presencia de dorsos y bajos asociados a estructuras enfrentadas manifiestan la participación de una componente de rumbo subordinada a la de inclinación. Hacia el norte del río Blanco el cordón tiene una estructuración inversa doblevergente y muestra evidencias de actividad cuaternaria, tales como fallas inversas subverticales de escala centimétrica en el frente noroccidental y una escarpa de falla de escala métrica con vegas asociadas en el oriental. Dos escarpas de rumbo NNE y ladera al ONO interceptan al arroyo de Los Leones originando barreales aguas arriba de cada falla. Estas podrían ser fallas retrovergentes asociadas a la estructuración del cordón del Cachiyuyal que está controlado al oeste por una falla inversa de vergencia occidental que pone en contacto unidades devónicas y carboníferas sobre cenozoicas. La cordillera del Cajón de La Brea en el sector bajo estudio tiene un control tectónico en su frente oriental, con aguas termales y vegas alineadas, que interactúa con otra falla inversa de rumbo NO que afecta sedimentos probablemente cuaternarios y que en su extremo sur coincide con la ubicación de un movimiento en masa. Sobre el piedemonte, en los alrededores del arroyo Cajoncito, se distinguen escarpas de falla con ladera al oeste que fueron interpretadas como retrocorrimientos conectados con el frente del cordón de Santa Rosita. Hacia el norte del arroyo Cajón de La Brea, el resalto principal que interrumpe el piedemonte se interpretó como una escarpa de limbo de pliegue. Las escarpas subparalelas al río Blanco, que coinciden con anisotropías en el basamento carbonífero y cuyas superficies cuaternarias se observan basculadas al oeste, se interpretaron como fallas inversas de vergencia oriental.